Bajo el manto de nuestra cotidianidad se esconde un enemigo sigiloso y omnipresente. Invisible a los ojos distraídos y trivializado por prácticas inadecuadas de gestión de residuos.
A lo largo de las calles, parques y ríos, los pequeños vestigios de acciones cotidianas se acumulan, transformando el paisaje natural en un recordatorio constante de nuestra relación con el medio ambiente.
Cada colilla de cigarrillo, cada pedazo de plástico, se convierte en un testimonio silencioso del impacto humano y de la urgente necesidad de adoptar costumbres más sostenibles. Al contemplar el entorno que nos rodea, surge la realidad de que las acciones, por pequeñas que parezcan, tienen consecuencias duraderas.
Es en este contexto, iniciativas innovadoras como la micorremediación empiezan a surgir alrededor del mundo como una luz de esperanza, ofreciendo soluciones sostenibles a problemas arraigados.
Problemática
En Fungi Misiones, estamos comenzando a explorar la micorremediación, una estrategia biotecnológica prometedora para abordar la contaminación ambiental causada por las colillas de cigarrillos. Este problema, a menudo minimizado, tiene consecuencias devastadoras: una sola colilla puede contaminar hasta 70 litros de agua dulce (Novotny et al., 2009), afectando ríos, acuíferos, suelos, plantas y fauna. Estas sustancias ingresan a la cadena alimenticia y afectan incluso al ser humano, dado que contienen metales pesados cancerígenos que se bioacumulan.
En Argentina, se estima que 54.000 colillas se descartan cada minuto, y a nivel mundial, más de 4,5 billones de colillas se tiran al año (WHO, 2017), convirtiéndolo en el desecho tóxico más abundante del planeta. De acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), esto representa cerca de 766,6 millones de kilogramos de residuos tóxicos anuales.
Las colillas contienen compuestos como alquitrán, nicotina, benceno y más de 7.000 sustancias químicas, entre ellas metales pesados como arsénico, cadmio, cromo, mercurio, plomo y níquel. Además, están compuestas de acetato de celulosa, un plástico no biodegradable que puede tardar más de 10 a 25 años en descomponerse completamente (Morales-Morales et al., 2020). También liberan microplásticos al ambiente, generando impactos a largo plazo aún poco dimensionados.
La Promesa de los Hongos en la Remediación
En este contexto, surge la micorremediación como una herramienta clave. Numerosos estudios han documentado la capacidad de hongos ligninolíticos como Pleurotus ostreatus, Ganoderma lucidum y Trametes versicolor para degradar compuestos tóxicos persistentes, incluyendo hidrocarburos, pesticidas, colorantes industriales y metales pesados (Singh, 2006; Pointing, 2001).
Particularmente, el hongo Pleurotus ostreatus ha demostrado ser eficaz en la degradación del acetato de celulosa y la neutralización de contaminantes presentes en las colillas. Investigaciones del equipo de la bióloga María del Pilar Núñez, becaria del CONICET, en el Laboratorio de Micología Experimental de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, han demostrado que este hongo puede colonizar colillas de cigarrillos, descomponer la celulosa y metabolizar algunos de los compuestos tóxicos presentes (CONICET, 2022).
En sus estudios, el inóculo de Pleurotus ostreatus se combina con colillas esterilizadas durante al menos 30 días. Se monitorean variables como temperatura, pH y desarrollo micelial. Posteriormente, el micelio puede separarse y procesarse para generar pulpa de celulosa reciclada, apta para la fabricación de papel artesanal, materiales aislantes o incluso macetas compostables.
Investigadores como Iramain et al. (2022) también han confirmado que Pleurotus ostreatus puede eliminar hasta un 80% de nicotina y alquitrán en un período de cultivo controlado, abriendo nuevas vías para el reciclaje sostenible y la neutralización de este residuo urbano.
Además, se está estudiando el rol de enzimas ligninolíticas como la lacasa, la manganeso peroxidasa y la lignina peroxidasa —presentes en P. ostreatus—, claves en la transformación de compuestos complejos y persistentes (Gadd, 2004).
Iniciativas Globales de Reciclaje de Colillas
Existen múltiples iniciativas alrededor del mundo que buscan abordar esta problemática desde la innovación ambiental:
- Ecofilter (México): transforma colillas biodegradadas por hongos en papel, cartón y macetas compostables.
- Cigcycle (Australia): promueve la micorremediación de colillas como parte de su programa de economía circular.
- Code Effort (India): emplea tratamientos químicos para purificar el acetato de celulosa y reutilizarlo como fibras textiles sintéticas.
- Reciclemos (Argentina): ha desarrollado ladrillos ecológicos incorporando colillas como aislante térmico, con pruebas de resistencia y toxicidad aprobadas.
También en Italia, la Universidad de Bolonia está desarrollando procesos de tratamiento micológico de colillas, combinando hongos y bacterias para la biodegradación conjunta, mientras que en España se han iniciado pruebas piloto con Pleurotus pulmonarius para convertir colillas en bioplástico (García-Delgado et al., 2018).
Compromiso de Fungi Misiones
Inspirados por estas experiencias y motivados por la necesidad local, en Fungi Misiones estamos desarrollando investigaciones preliminares para evaluar la viabilidad técnica y económica del uso de hongos en la degradación de colillas. Nuestro objetivo es validar métodos accesibles y escalables que puedan aplicarse en centros urbanos y comunidades, promoviendo al mismo tiempo la conciencia ecológica, el compostaje urbano y la economía circular.
Además, proyectamos que el residuo tratado pueda integrarse a otros ciclos productivos, como papel artesanal, materiales de construcción ecológicos o incluso sustratos para cultivos no comestibles, cerrando el ciclo de la contaminación con una solución regenerativa.
Referencias Bibliográficas:
- CONICET (2022). Hongos para descontaminar colillas de cigarrillos.
- Morales-Morales, D., et al. (2020). “Cigarette butts as toxic plastic waste: A systematic review of their environmental impacts.” Journal of Hazardous Materials, 384, 121438.
- Novotny, T. E., et al. (2009). "Cigarettes butts and the case for an environmental policy on hazardous cigarette waste." International Journal of Environmental Research and Public Health, 6(5), 1691–1705.
- Singh, H. (2006). Mycoremediation: Fungal Bioremediation. John Wiley & Sons.
- Gadd, G. M. (2004). “Mycotransformation of organic and inorganic substrates.” Mycologist, 18(2), 60–70.
- Iramain, C. A., et al. (2022). “Evaluación de Pleurotus ostreatus en la degradación de residuos de cigarrillos.” Revista Argentina de Micología Aplicada, 14(1).
- García-Delgado, C., et al. (2018). "Bioremediation potential of fungal strains isolated from cigarette waste." Biodegradation, 29, 99–110.
- Pointing, S. B. (2001). "Feasibility of bioremediation by white-rot fungi." Applied Microbiology and Biotechnology, 57(1-2), 20–33.
- WHO (2017). Tobacco and its environmental impact: An overview. World Health Organization.